Odio perder cuando tengo partidos o torneos
Odio tener sueño a cada rato
Odio no cenar tacos y una chela
Odio que me piquen los dos
Odio sentirme mal emocionalmente y más en la madrugada, una sensación en el abdomen de duda o intriga que te hace sentir extraño
Odio que no tengo lechuga para la ensalada
Odio que no cierren la bocota al comer y todavía hablen con la comida ahí saliéndose casi casi
Yo no puedo odiar eso, relaja tanto
Odio el pasto, porque me saca ronchas
Y más cuando uno está tan relajado o el otro extremo de andar a las prisas
Odio que en la noche me da más hambre